De la autora de ¡no quiero el cabello rizado! Un cuento que me encanta y que es muy guay también tenemos… ¡No quiero estar en silencio!
Autora e ilustradora Laura Ellen Andersen @laura_ellen_anderson
Contenido relacionado con: infancia, sonido, animación lectora, diversión, humor, silencio, libros
Al abrir el libro el grito con la boca abierta de la pequeña protagonista ya es un factor para que todos los lectores abran bien los ojos, escuchen atentamente y sientan curiosidad por las acciones de la niña.
Una niña que quiere ser escuchada, que demanda atención y que le gusta hacer mucho ruido. Aunque ello implique no dejar dormir a su hermanito y que su seño y su mamá se enfaden. A ella le encanta zapatear por las escaleras, tamborilear con las cucharas, tararear mientras que su mamá está concentrada… Y es que… no puede parar. 🤣Pasar el día en la biblioteca es muy aburrido para ella. Estando allí, no se puede contener y grita muy muy fuerte.
Todo el mundo la mira y le llama la atención y eso la intimida mucho. Así que, sonrojada piensa que podría leer aunque sólo fuera un ratito un libro de la librería. Al comenzar a leer queda 🧚🏻♀️ hechizada. Pasaron horas y no hizo ni un sólo ruido. Eso le hizo aprender a valorar el silencio y a escuchar pequeños sonidos. Además habían muchas formas de poder seguir siendo ruidosa.
Una historia MUY divertida donde se desarrolla la animación lectora desde fuera y desde la propia protagonista. Estar sentada en el salón de casa con un libro mientras que tu mente viaja sin parar dándole voz a animales y objetos mágicos. Un homenaje a todos los que nos gusta leer con un toque pícaro, travieso y divertido. Un libro alegre que nos recuerda a la infancia y su lado más inocente.
Me encanta la ilustración del final donde aparecen la mamá y la protagonista tocando la guitarra.
Me encanta el blog, me encanta la forma de estructurarlo que tienes, y me encanta la forma de motivarnos a todos…
Somos estudiantes de Pedagogía y nos encantaría que reaccionases al comentario Lidia☺️☺️
Un placer saludaros! Gracias