Los niños con discapacidad mental tienen un funcionamiento intelectual por debajo de lo normal que limita el funcionamiento adaptativo. El conocimiento que tengamos de los alumnos con esta discapacidad, la manera de cómo la entendamos y las implicaciones que estás conlleva para el desarrollo del niño, determinarán su proceso educativo.

La discapacidad psíquica es definida según el modelo deficitario desde las distintas disciplinas a través de varios criterios:

1. Criterio psicológico o psicométrico: aquel que tiene disminuidos sus capacidades intelectuales.
2. Criterio sociológico: personas con dificultades para la clase al medio social y de forma autónoma.
3. Criterios médico o biológico: esta discapacidad tiene un sustrato biológico, anatómico o fisiológico alterado que se manifestaría antes de los 18 años.
4. Criterio pedagógico: tienen dificultad para seguir el proceso de aprendizaje ordinario y requieren medidas especiales.

Según la Organización Mundial de la Salud, la discapacidad mental es un trastorno definido por la presencia de un desarrollo mental incompleto o detenido, caracterizado principalmente por el deterioro de las funciones concretas de cada etapa del desarrollo y  que afecta a nivel global la inteligencia.

TIPOS DE DISCAPACIDAD MENTAL

En un entorno inclusivo entre la LOE y la LOMCE, existe una clasificación de carácter psicométrico que establece diferentes niveles en la competencia curricular de este alumnado. Dichos niveles serán la base de los criterios establecidos por nuestra Consejería de Educación, Juventud y Deportes para establecer la provisión de maestros de apoyo específico en los centros.

Según la escala Weschler de inteligencia esta clasificación se determina en función del coeficiente intelectual (en adelante, CI).

• Discapacidad intelectual ligera (CI de 50 a 69): pueden desarrollar habilidades sociales y comunicativas y tienen retraso mínimo en el área sensoriomotora.
• Discapacidad intelectual media (CI de 35 a 49): pueden desarrollar el lenguaje y comunicarse de manera funcional. Presentan dificultades en el haré social y motora.
• Discapacidad intelectual severa (CI de 20 a 35): tienen un desarrollo motor pobre, graves problemas en el lenguaje, escasa competencia comunicativa. Pueden conseguir hablar y alcanzar algo de autonomía.
• Discapacidad intelectual profunda ( CI inferior a 20): mínimo desarrollo en las áreas sensoriomotrices. Necesitan supervisión constante. Puede darse casos de desarrollo motor y que puedan llevar a cabo cuidados personales básicos si no hay discapacidades asociadas.

Los alumnos con discapacidad intelectual límite (CI mayor de 69) no están considerados alumnos con discapacidad. Son alumnos con dificultades específicas de aprendizaje. Por lo tanto, no es prioritario que reciban apoyos específicos pero siempre que haya disponibilidad estos niños reciben apoyo de PT. Yo siempre los he atendido. Me encontrado con niños con discapacidad intelectual límite con muchas mas dificultades para acceder al aprendizaje que alumnos con discapacidad.

CAUSAS DISCAPACIDAD MENTAL

Las causas que originan esta discapacidad de forma general pueden ser:

Genéticas: se transmiten de padres a hijos. Se deben al amor anomalíasEn genes heredados de los padres,Errores en la combinación genética otros desórdenes, síndrome de Down (trisomía 21), Edwards (trisomía E, 18), Patau (trisomía D, 13), Maullido de gato (cromosoma 5) y otros síndromes gonosómicos: X-frágil, Klinefelter (XXY). También influye el factor edad en la pareja.

Congénitas: adquiridos durante la gestación. El consumo de alcohol y drogas durante el embarazo aumenta las posibilidades de discapacidad intelectual. Así mismo, la mala nutrición de la madre, la exposición a contaminantes ambientales, enfermedades como la rubéola, sífilis, toxoplasmosis, fármacos o metales pesados.

Adquiridas: anoxia en el momento del nacimiento u ocasionados por algún accidente u enfermedad después del mismo. Enfermedades, encefalitis, golpes en la cabeza…

NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES DE LA DISCAPACIDAD MENTAL

Las necesidades educativas especiales pueden ser transitorias o permanentes. Una característica que puede definir a estos alumnos en la dificultad más o menos generalizada en el proceso de aprender, afectando a todas las tareas del desarrollo: autonomía, convicción, lenguaje, interacción social y movilidad (Molina, 1994; Verdugo, 1995).

Entre las dificultades que presentan para acceder al aprendizaje podríamos destacar:

• Atención dispersa y dificultades para mantenerla.
• Percepción y discriminación de los aspectos relevantes que han de ser aprendidos.
• Retención de la información.
• Simbolización y abstracción.
• Estrategias para aprender a planificar.
• Generalización de los aprendizajes

Como consecuencia de estas dificultades entre las necesidades educativas especiales más frecuentes de los alumnos con discapacidad mental se encuentran:

• Adquirir mayor autonomía en el contexto escolar, social familiar.
• Adquirir competencia social: saber escuchar, respetar las normas, interactuar.
• Desarrollar las capacidades mentales básicas: memoria, atención y razonamiento.
• Mejora su nivel autoestima y autoconcepto.
• Acceder a los aprendizajes mediante la manipulación de la información, partiendo de contenidos procedimentales.
• Aumentar la capacidad de comunicación: expresión y comprensión oral y escrita.
• Generalizar los aprendizajes a otros contextos y situaciones.
• Recibir apoyo de tipo visual y verbal para la comprensión de las instrucciones.
• Acceder a la simbolización y abstracción de los conceptos.

Aunque estas necesidades se puede presentar en mayor o menor grado en estos alumnos existe el término de variabilidad individual. Existen características diferentes entre estos sujetos. En función de su nivel de CI existirán diferencias en las distintas áreas del desarrollo (motora, cognitiva y del lenguaje).

Para concluir, recordar que no hay dos niños iguales, un entorno enriquecido para uno no está enriquecido para el otro. Los niños no aprenden de la misma manera. Por eso, es importante conocer la variabilidad existente entre el alumnado con discapacidad intelectual, así como las necesidades educativas específicas o compartidas que presenten con sus compañeros.