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Durante el curso 2017-18 valoré más la evolución del desarrollo sensorial de mis alumnos. Sobre todo, en las edades más tempranas.

La integración sensorial (en adelante, IS) es la capacidad que posee el sistema nervioso central de organizar la información captada por los órganos sensoriales del cuerpo. Una vez que la información es recibida por el cerebro, es analizada y utilizada para que el individuo entre en contacto con el entorno y responda bien a los estímulos que le llegan (Beaudry, 2011).

Es importante señalar que el término IS no es lo mismo que la estimulación sensorial.  La estimulación sensorial se lleva a cabo con alumnos con necesidades educativas especiales que presentan un grado severo de afectación cognitiva y motora (pluridiscapacidad). En el caso de la integración sensorial, aunque los destinatarios pueden ser ACNEE como niños con parálisis cerebral, síndrome de Down o con trastorno del espectro autista que presenten disfunciones sensoriales, también lo son niños con dificultades de aprendizaje. No tienen por qué tener discapacidad intelectual. La estimulación sensorial se lleva a cabo en centros específicos y forma parte de su intervención educativa. Es llevada a cabo por maestras de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje. Los niños que necesitan integración sensorial son evaluados por un/a terapeuta ocupacional que determina que actividades son necesarias para superar sus dificultades.

Es frecuente encontrar en los centros a niños que presentan dificultades en la forma en la que su sistema nervioso central procesa la información que proviene del medio que le rodea. Estos problemas se pueden sospechar en función del tipo de respuesta adaptativa llevada a cabo por el alumno.

A nivel personal, no conocía esta terapia, ni valoraba como ahora a la figura del terapeuta ocupacional. Muchas veces se diagnóstica mal a los niños por desconocimiento de otras alternativas, o por necesidad de dar un diagnóstico rápido. Así se acaba etiquetando al niño y no recibe la atención educativa que realmente necesita.

En los últimos años se empieza a tener más en cuenta la necesidad de llevar a cabo la terapia de la integración sensorial en niños con y sin discapacidad. Muchos problemas que aparecen en la escuela, de comportamiento, alimentación, inhibición…  pueden mejorar e incluso solucionarse con esta terapia.